ISRAEL JIMÉNEZ
A R T I S T
ABOUT ME
Graduado en BB.AA por la Universidad de Vigo (Facultad de Pontevedra), el artista canario Israel Jiménez ha basado el desarrollo de su obra en un continuo estudio investigativo y experimental de lo humano, ahondando, de modo muy específico, en su psicología y emotividad. De este modo, el análisis de los “otros”, es decir, de las demás personas, tanta cercanas como distantes, ha servido a su vez para mirarse a sí mismo y valorar la incidencia que el entorno físico y social tiene en el modo de ser y actuar de los individuos. Para proyectar estas ideas se recurre al realismo figurativo con diferentes retratos que, desde la cotidianeidad de su representación, pretenden garantizar la reciprocidad entre obra y receptor.
En esta andadura, Jiménez ha hecho en primer lugar una breve parada en el ámbito del psicoanálisis con la propuesta de un tríptico titulado Pulsiones (2013), en el que ha pretendido reflejar de modo descarnado, el dominio que nuestros impulsos, anhelos e instintos tiene sobre nosotros. El resultado en este caso ha dado lugar a tres piezas cargadas de superposiciones, duplicaciones y elipsis en una desconstrucción del ser humano que no se limita a lo exterior sino que deja al descubierto órganos y entrañas usando el aspecto cárnico de manera desgarrada.
En sus últimas piezas (2014), y sin abandonar la misma perspectiva, Jiménez explora la conducta humana y la influencia que en ésta tienen los objetos cotidianos que nos rodean; influencia que puede convertirse en obsesión cuando éstos se vuelven elementos de idolatría. La concesión de un valor extremo a los mismos se refleja en esta ocasión a modo de “éxtasis” llevando a los personajes representados a un estado de delirio sólo posible en contacto con su fetiche particular. De esta manera, aquello que en principio podía entenderse como banal se vuelve la causa de nuestra felicidad, si bien ésta es, obviamente efímera y adictiva. Como principal fuente referencial se vislumbra aquí la escultura de Bernini -Éxtasis de Santa Teresa-, adaptando, eso sí, dicho concepto a nuestra contemporaneidad. Así, ese carácter de lo religioso se traslada de la comunión con Dios a la devoción acérrima por la acumulación de cosas materiales, volviéndose éstas pequeñas deidades caducas. Otro referente básico de estas piezas es el cuadro Estudio de Inocencio X de Francis Bacon.
Como factor común de sus propuestas, en las piezas de Israel Jiménez podemos vislumbrar conceptos tan universales como el paso del tiempo, la fragilidad sentimental o el afán materialista, tanto desde la crudeza más sincera como desde la ironía más sutil.